En legítima defensa
- Sebastián Porrúa
- 13 de mai.
- 1 min de leitura
La poesía cultiva la sensibilidad, vuelve la mirada más atenta, la meditación la mantiene, al desanudar todos los hábitos que nos hacen mirar a otro lado. Al mantener la mirada cuando encontramos el sufrimiento hacemos posible que se despierte la solidaridad.
[Suéltate el miedo y déjate crecer la vida...] de Begoña Abad de la Parte
Suéltate el miedo y déjate crecer la vida.
Recuerda que en tu hambre mandas tú.
Recuerda que solo a ti te perteneces
y que el mundo es tu casa.
Que el dolor del otro, a ti te ha de doler
porque, si no es así,
tú también estás muerto.
Levántate tantas veces como te llame la vida,
tantas como te palpite el corazón de los invisibles.
Recuerda que los brazos sostienen, abrazan.
Cuando dudes cuál es tu revolución
pregunta a los que nadie escucha.
Cuando quieras saber a qué has venido al mundo
y adónde debes ir,
coge su mano y déjate llevar a su terreno.
Solo ahí te reconocerás,
soltarás tus miedos
y te dejarás crecer la vida.
Porque solo la vida puedes perder
y esta es la única certeza
que puede hacernos fuertes.

Nota: Primer poema recogido en la antología poética “EN LEGÍTIMA DEFENSA. Poetas en tiempos de crisis” – VV.AA. – Bartleby Editores (2014).
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